El exceso de packaging tiene doble repercusión tanto a nivel de costes como a nivel medioambiental

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Los gobiernos, a nivel nacional y europeo, presionan al sector logístico en materia de packaging con el objetivo de alcanzar nuevos estándares medioambientales, para limitar el calentamiento global y ayudar a los distribuidores a lograr sus objetivos en materia medioambiental. Este año 2023 las empresas deben adaptarse y aterrizar las obligaciones que incluyen tanto la Ley de residuos y suelos contaminados como el Real Decreto de envases y residuos de envases.
La compañía DS Smith publicaba recientemente un estudio en el que afirma que más de 41 millones de metros cúbicos de aire llegan cada año a los hogares españoles debido al packaging innecesario, lo que equivaldría a casi 11.000 piscinas olímpicas.

Las cajas de cartón sobredimensionadas transportan este exceso de aire en camiones y en envíos a los hogares de los consumidores de manera innecesaria. A medida que el precio de las materias primas se incrementa en todas las industrias, las cajas sobredimensionadas y que contienen un exceso de material están causando más de 2 millones de viajes de reparto innecesarios, lo que supone 61.973 toneladas de CO2 potencialmente evitables emitidas a la atmósfera cada año.

En cuanto a las expectativas de los consumidores de cara al futuro, los encuestados declaran que les gustaría recibir packaging procedente de fuentes renovables alternativas (57%), embalaje que se ajuste bien a productos con formas irregulares (41%) y embalaje que sea resistente al agua (36%).

Packaging sostenible

Dejando a un lado la sobredimensión, las empresas logísticas también deben prestar una mayor atención a los embalajes sostenibles. Es cierto que muchas empresas ya tienen entre sus objetivos este tipo de packaging pero hay que buscar la forma de extender su utilización aún más en el sector. Dentro del packaging verde desde la compañía Ritmo diferencian entre varios tipos:

  • Los envases reciclables y reciclados: están realizados con materiales ya reciclados o que pueden ser reciclados para producir nuevos productos. Son los más habituales y están hechos con materiales como cartón, aluminio, plástico reciclado…
  • Envases biodegradables: cada vez están teniendo más acogida y se está produciendo una innovación continua en este sector. Tenemos ya opciones como la pulpa de madera o el maíz e incluso el papel de algodón. Por su originalidad hace que muchas marcas opten por ellos.
  • Envases compostables: Son aquellos que se descomponen y producen posteriormente abono orgánico. Por ejemplo, las bolsas biodegradables o los envases realizados con bagazo de caña de azúcar.
  • Envases minimalistas: Se trata de un punto clave. En muchas ocasiones no somos conscientes de que utilizando un packaging más ajustado evitamos ‘enviar aire’ (la ya tratada sobredimensión). Esto tiene una doble repercusión tanto a nivel de costes para la empresa como en costes medioambientales. Debemos medir muy bien y estudiar en profundidad el tamaño de nuestros embalajes para reducir la huella de carbono y mejorar nuestra estructura de costes variables.
  • Envases reutilizables: otro de los packaging más comunes y que además el consumidor tiene asumido ya como un valor añadido adicional. Al poder usarlos más veces ayuda mucho a generar notoriedad de marca al mismo tiempo que se protege al planeta.

Nuevo impuesto a los envases de plástico

Por otra parte, es imprescindible abordar más en profundidad el impuesto especial sobre los envases de plástico no reutilizables que entró en vigor el 1 de enero de 2023 y que ha despertado numerosas dudas en todos los sectores y, especialmente, en el del envase y embalaje. Y es que todavía no hay un reglamento que ayude a esclarecer las situaciones más complejas, según apuntaban los expertos en el octavo Diálogo Intracluster organizado por el Cluster de Innovación en Envase y Embalaje.

Pese a que este impuesto, que debe ser solicitado por las empresas antes del 30 de enero, llevaba un largo tiempo tratándose en el sector del packaging, su implantación ha supuesto un momento decisivo marcado de incertidumbre. Entre todos los detalles tratados, los productos semielaborados son unos de los que están generando grandes polémicas dentro del nuevo decreto. Desde el sector aseguran que es la parte más compleja y donde más cabe a la interpretación, pues no se clarifica en la normativa qué se define por semielaborado.

Otro aspecto que se contempla en el impuesto al plástico, son los envases con un porcentaje de materia prima reciclada. Ante esto, se ha insistido en la importancia de contar con certificados de los fabricantes de esta materia prima para poder ayudar a justificar los envases.

En el caso de cómo afecta este impuesto a las etiquetas, han surgido también varias dudas, pues según el RD1055/2022 estas no estarían sujetas a su declaración, es decir, quedan exentas de este impuesto, pero a su vez se especifican como envase aquellas etiquetas que estén colgadas al producto y como parte de él las etiquetas adhesivas. Una situación que entre los fabricantes está generando múltiples dudas de actuación respecto a tributar este impuesto en su actividad.

Fuente: www.logisticaprofesional.com